Instala el en un lugar seguro donde los niños no puedan acceder sin supervisión.
Verifica regularmente el estado del cable de alimentación. Si está dañado, reemplázalo antes de usar el aparato.
No cubras el aparato durante su uso, ya que esto puede provocar sobrecalentamiento.
Si observas humo, chispas o mal funcionamiento, apaga y desconecta el aparato inmediatamente. No intentes abrirlo si está encendido.
Asegúrate de que los sistemas de apagado automático funcionen correctamente. Si no lo hacen, evita usar el aparato.
Después de usar el aparato, permite que se ventile para disipar el calor y los olores acumulados.
No guardes utensilios ni alimentos dentro del horno o microondas cuando no estén en uso.
Evita calentar alimentos en envases sellados o huevos con cáscara, ya que pueden explotar por la acumulación de presión.
Siempre usa guantes o agarraderas al manejar bandejas o recipientes calientes para evitar quemaduras.
Apaga el horno inmediatamente después de usarlo. No confíes únicamente en temporizadores o mecanismos automáticos.